La hora de Grbic

Llega la hora de Ivo Grbic. Dos años y medio después de llegar al Atlético el croata se encuentra ante su primera gran oportunidad. La lesión muscular de Oblak, cuyo alcance sigue sin conocerse, la da la posibilidad de ser mañana titular en Champions ante el Oporto. No es una competición desconocida para él, ya que la disputó el año pasado con el Lille y el balance no fue malo.

3,5 millones de euros pagó el Atlético en el verano de 2020 por Grbic, uno de los más prometedores porteros de la Liga croata, pero se topó de frente con la leyenda de Oblak y su balance en el club se resumió en un partido de Copa ante el modesto Cardassar. En Liga no tuvo ni un solo minuto ni tampoco en Champions. El plan era que siguiera bajo palos en la Copa, pero se lesionó en el momento más inoportuno.

Frustrado por su papel de comparsa, Grbic pidió salir cedido para disponer de minutos y la dirección deportiva lo mandó al Lille, en el noroeste de Francia, donde su bagaje fue irregular: en 29 partidos sólo pudo dejar la portería a cero en cinco y encajó 35 goles. Empezó como titular, pero acabó perdiendo esa condición. No es un balance positivo, teniendo en cuenta que el Lille, donde jugaba Reinildo Mandava, es uno de los clubes más potentes de la Ligue 1 francesa.

En cambio, curiosamente, en la Champions su hoja de servicios es más prometedora. Le correspondió el grupo del Sevilla, Wolfsburgo y Salzburgo y consiguió dejar la portería a cero en tres de los seis partidos de la primera fase. Especialmente ante el Sevilla su actuación fue bastante destacada.

Mañana ante el Oporto tendrá por fin la ocasión que había estado esperando. Este verano se especuló muchísimo con su salida del Atlético, pero al final no se produjo. Con sólo 26 años y contrato hasta 2024 tiene mucho tiempo por delante para dar un salto de calidad a su carrera deportiva, pero una buena nota ante los portugueses es para él crucial aunque el propio Grbic es el primero que no se llama a engaño. Haga lo que haga, cuando Oblak vuelva a estar disponible regresará al banquillo. Es el peaje que hay que pagar cuando se compite contra uno de los mejores porteros del mundo.